En general, los deportes suelen estar dominados por hombres y las mujeres enfrentan desafíos únicos cuando compiten en estos entornos. Pueden encontrarse con discriminación, prejuicios y desigualdad de oportunidades. Sin embargo, muchas mujeres han roto barreras y logrado el éxito en los deportes, allanando el camino para futuras generaciones de mujeres deportistas.
Como mujer en un deporte dominado por hombres, Patricia Pita enfrentó numerosos desafíos y obstáculos en el camino. El mundo de los deportes de motor es notoriamente difícil para las mujeres entrar… y aún más difícil tener éxito. Pero ella se negó a ser despedida y, en cambio, se esforzó por demostrar que pertenecía a la pista y se embarcó al desafío Dakar.
Mytho Eyewear también creyó que ella podía lograr lo que se propusiese y allá la acompañamos.
El Rally Dakar es una de las hazañas más impresionantes, ampliamente considerada como una de las carreras todoterreno más agotadoras y peligrosas del mundo. Es una carrera de resistencia que cubre miles de kilómetros de terreno variado, que incluye dunas de arena, terreno rocoso y paisajes montañosos. Patricia Pita trabajó incansablemente para poder competir, buscando los medios de llegar allí y luego para atravesarla.
Ella es un testimonio de determinación y perseverancia. Ha demostrado que las mujeres son más que capaces de competir en los niveles más altos de los deportes de motor y se ha convertido en un modelo a seguir para las aspirantes a pilotos de todo el mundo.
– Pato, ¿qué te dejó la experiencia, ahora a la distancia?
El Rally Dakar me dejó mucho aprendizaje. Siento que crecí muchísimo, no solo como piloto sino como persona. Más allá de la locura que fue correr esta competencia, todo lo vivido previamente fue la parte más difícil para mi y te diría que hasta más complicada que la propia carrera. Terminé agradeciendo las dificultades que atravesé para haber llegado, porque todo lo vivido me preparó de la mejor manera para poder encarar la carrera que es la más exigente del mundo. Fue la mejor experiencia de mi vida y obviamente quiero vivirla de nuevo.
– ¿Qué sentiste cuando viste aquel desierto inmenso y estabas por salir en la primera etapa?
La sensación de la primera etapa fue muy fuerte. La noche anterior pasé por primera vez año nuevo sin mi familia y recuerdo que a las 12 de la noche me despertaron los fuegos artificiales y los equipos habían empezado a tocar las bocinas y en ese momento veo todo ese espectáculo y siento una felicidad tremenda pensando que, al otro día, comenzaba todo aquello que había soñado, mezclado con ansiedad de lo no conocido porque no tenía idea con lo que me iba a encontrar.
Cuando largamos la primera etapa fue gran parte en tierra y piedra, por lo cual me sentía bastante cómoda ya que es un terreno en el cual tengo experiencia, y a eso de las 17 horas entramos a las dunas y fue una locura porque empieza a bajar el sol y nos faltaban 120 kilómetros y tuvimos que manejar 4 horas en el desierto en la noche y eso fue un desafío muy difícil. Es bien complejo manejar a oscuras en las dunas 120 kilómetros, pero cuando terminamos fue una satisfacción tan grande de haber podido enfrentarme a mis miedos y el Dakar es cómo te vas superando a vos mismo día a día y vas enfrentando tus miedos y entendés que si tu límite pensás que estaba en un lugar, día a día está cada vez más lejos.
– ¿En qué pensaste para levantarte de la tristeza cuando estabas en el peor momento? ¿Qué se te vino a la mente?
Hubo un momento que fue durísimo y muy triste, en la cuarta etapa no pudimos largar por una falla mecánica del auto y ahí sentí que parte de mi sueño se me venía abajo porque, al no largar y tener una penalización, no me pude subir al podio a recibir la medalla final. No me podía comunicar con nadie para hablar, porque había una diferencia de 6 horas.
En ese momento recurrí a herramientas que me dio mi psicólogo deportivo, primero me fui a la carpa a descargarme y llorar. Enseguida me di cuenta que tenía que salir de los pensamientos negativos y aplicar el ejercicio que había hecho con mi psicólogo; escribir cuáles eran las herramientas que tenía en mi personalidad para haber logrado los objetivos y las metas en el correr de mi vida y de esa lista me enfoque en esas fortalezas, y allí me agarre del positivismo extremo que muchas veces tengo y pensé que eso estaba pasando porque teníamos que aprender algo de esa situación y salimos adelante.
– ¿Cómo fue el equipo y crees que eso es clave?
Lo mejor de mi equipo fue Rubén García, mi copiloto. Creo que sin él no hubiera sido lo mismo el Dakar. Una persona con la que no solamente tuvimos una excelente relación encima del auto, sino que pasó a ser mi contención en todo momento, cosa que no es fácil.
Vimos muchas tripulaciones pelearse, porque estamos un promedio de 12 horas por día arriba del auto y pasás situaciones constantes de toma de decisiones extremas. Con Rubén pudimos siempre comunicarnos de la mejor manera.
Con respecto al equipo mecánico, tuvimos unas fallas importantes por lo cual perdimos esas dos etapas que no pudimos largar, igualmente agradezco la posibilidad de haber ido, ya que era el primer Dakar de ellos y gracias a eso yo pude obtener un presupuesto más bajo para poder llegar al Dakar, más allá de los inconvenientes.
– ¿Lo elegiste desde Uruguay?
El equipo es español especializado en Rally, que no es lo mismo que Cross Country y fui llegando a ellos por recomendaciones de personas conocidas, para el próximo año vamos a ir con otro equipo.
– ¿Cómo lidiás con el machismo en este deporte en particular?
El machismo en este deporte existe y está presente desde siempre, más allá que hay pequeños avances en el mundo para incluir a la mujer en el deporte. La realidad es que el machismo está muy presente. He aprendido a lidiar con esto, mi mayor herramienta es hablar y exponer las situaciones por las que he pasado y que paso por ser mujer dentro de este deporte. Siempre te encontrás con personas que tratan de desacreditarte o desvalorizarte.
Me pasó ahora luego del Dakar que se pone en tela de juicio tus habilidades o, por ejemplo, que vos no podés saber de mecánica y la verdad es algo que me sigue angustiando, porque hace 11 años que empecé a correr y esas actitudes siguen estando. Pienso que la manera que puedo aportar es hablar, trabajar, inspirar y fomentar para que más mujeres estén en este deporte y para que todo vaya cambiando.
Estamos lejos de erradicar los prejuicios de las mujeres en el volante o en el deporte. Creo que ha sido muy importante la educación de mi mamá, los conceptos que me transmitió, sin ellos hubiera tirado la toalla mucho antes.
– ¿Qué se viene?
Vamos a estar compitiendo en el Cross Country chileno que es un campeonato bastante económico que presenta terrenos muy similares a lo que es el Dakar, se corre en dunas, en piedras. Son 5 fechas y no voy a poder estar en todas, pero voy a tratar de estar la mayor parte. Y todo esto es para prepararme para el Dakar 2024, que es de nuevo mi meta principal para trabajar en este año.
¡Gracias por tu tiempo y tu valentía, Pato! Te deseamos el mayor de los éxitos en todo lo que te propongas.